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Visualizamos una oportunidad de agregar valor (revalorizar) un sub producto denominado Scrap también llamado comúnmente como chatarra de cobre, el cual es generado en todas las Plantas de RefineríasElectro obtención no sólo del país, sino de todo el mundo donde se producen Cátodos de Cobre grado A.

La base de nuestro proyecto, dentro del marco de lo expresado en el párrafo anterior, lo sustentamos en la definición que tenemos del Scrap al comprobar y reafirmar que más que un residuo o chatarra de cobre, es una rica y excelente fuente de materia prima, toda vez que sus propiedades y características químicas se mantienen inalterables y exactamente iguales a las de un Cátodo Grado “A” exportable. Vale decir, con un 99.99 % de pureza de cobre, con la sola excepción y salvedad que por no cumplir con el formato (tamaño) exigido internacionalmente, no puede ser comercializado en las condiciones más ventajosas dentro de los precios regulados y establecidos por la LME.

En la actualidad las empresas que generan el Scrap, por lo general tienen dos prácticas habituales para su tratamiento.   Por un lado, lo acopian en Patios de salvataje con la desviación de recursos que ello implica, y por otro, lo comercializan a un precio inferior a empresas encargadas del retiro de residuos o “chatarreras”, que en cuyo caso, el destino final por lo general, va a parar al mercado de Europa Occidental, donde es transformado mediante el proceso de fundición con el alto impacto medio ambiental que esto conlleva.

Desde nuestro punto de vista, lo señalado en el párrafo precedente agrega muy poco valor a diferencia de nuestra propuesta que basada en un proceso limpio e innovador, de fácil implementación y bajos costos, nos permite transformar dichos excedentes en Sulfato de Cobre Pentahidratado de alta pureza, producto final que genera mejores y mayores beneficios en cualquier ámbito que se quiera medir.